Con un funcionamiento autosuficiente en lo que respecta a la gestión de agua y de la energía necesaria con la que se alimenta, este jardín vertical situado en la Plaça del Pedró del Barrio del Raval (Barcelona) presenta una vegetación un tanto peculiar; seleccionada fruto de un estudio realizado con las plantas que se han encontrado en su alrededores, aquellas que podemos encontrar en cualquier balcón del barrio permiten al jardín integrarse en su entorno, resultando un elemento más de continuidad dentro del mismo. Otro hecho a destacar es que se haya elegido un sistema de celdas cerámicas para colocar las plantas, cosa que permite que los materiales utilizados se integren visualmente con la fachada de ladrillos del teatro donde se encuentra localizado el jardín.
Uno de los puntos fuertes de este jardín es su autosuficiencia energética: el agua de lluvia se recoge del tejado del edificio; situándose en la parte posterior del mismo jardín, dónde se almacena en un depósito ubicado en la parte inferior. Dos placas solares situadas en la terraza del teatro proporcionan la energia necesaria para bombear el agua desde el depósito hasta la parte superior del jardín, manteniendo de esta manera, el ecosistema en funcionamiento.
